lunes, 21 de noviembre de 2016

SI Y NO, NUESTRO MANDATO CIUDADANO POR LA PAZ.

La polarización del país se debe en buena medida al lamentable desarrollo de las campañas a favor y en contra de firmar el acuerdo de paz.


 La complejidad de un proceso de esa naturaleza y las discusiones que debieron darse fueron reemplazadas por mensajes simplistas y manipuladores que buscaban un marketing electoral producto del miedo y la desinformación. Fue desafortunada la actitud triunfalista de un gobierno impopular y una guerrilla odiada, sumado a ignorar cosas tan evidentes como que lograr una paz estable y duradera es mucho más que acordar el fin del conflicto con las FARC. La campaña del No por su parte fue aún más descarada, como lo evidencio su líder, Juan Carlos Vélez al declarar que fue manipuladora. Argumentos tan absurdos como que Timochenco seria presidente, ignorando que debía ganar las elecciones, lo cual es virtualmente imposible para alguien tan odiado; que Colombia sería una nueva Venezuela, desconociendo que la realidad  del país vecino se construyó con un proceso histórico y social del cual los colombianos son detractores; que se entregaría el país a las FARC, dándoles 5 curules en un congreso de 273 integrantes por lo cual no tienen capacidad para tomar decisiones. Pero la ideología de género fue el más sobresaliente, quienes dicen  que existe no han señalado un sólo artículo del acuerdo donde se  evidencie, las FARC son culpables de muchos males, pero aún no entiendo cómo se puede culpar a una guerrilla de la homosexualidad en el país. Este acuerdo requería que todos realizáramos un esfuerzo intelectual para pensar que es lo mejor para el país y tristemente esta no fue la situación,  es decepcionante que  cayéramos en ese juego, demostrando que estamos  lejos de ser una sociedad que puede dialogar con argumentos para solucionar sus muchos problemas.

Pero lo que realmente mantuvo con vida esta  discusión  es que los defensores del NO plantearon que su propósito era la renegociación. Es muy probable que el Uribismo nuca haya hecho tal propuesta con sinceridad. Alvaro Uribe se ha negado a participar como negociador del proceso aun cuando el país le solicita que asuma la responsabilidad que su victoria conlleva. Para él, ceder implica renunciar a la posición que históricamente ha mantenido y no hacerlo es sepultar el proceso de paz y ser calificado por muchos como el culpable de tal resultado. Nadie ve cual acuerdo podría realizarse entre posiciones tan antagónicas, aunque las últimas propuestas de Uribe reducen las líneas rojas trazadas. A este panorama hay que agregar que las fuerzas políticas  están  pensando en las próximas elecciones presidenciales, que de haber un acercamiento  se desconocen los mecanismos legales para validarlo.

Muchos defensores del SI culpan a los votantes del NO de privarlos de vivir en paz, generando una gran hostilidad, la decepción y frustración de buena parte de la sociedad  nos podría llevar a una situación patética; además de no solucionar el conflicto con las FARC, podemos terminar generando otro en la sociedad civil. No obstante, ese sentimiento de perder una oportunidad única y la sensación de que hay que apersonarse de las decisiones importantes del país han hecho que miles de personas salgan a las calles para dar un mandato popular; acuerdos ya¡,  por fortuna esto no se ha traducido en posiciones sesgadas, sino en decirle a los líderes políticos y a la guerrilla que hay una gran parte de la sociedad que no les va a perdonar el no sentarse a discutir civilizadamente y con argumentos, buscando una solución real.

Aunque queramos mejorar el mundo debemos empezar en nuestro propio territorio,  a principios  del mes de octubre se puso en contacto un grupo principalmente de jóvenes de Funza y Mosquera para dar su aporte, nuestras maneras de pensar eran muy diferentes, pero llegamos a acuerdos y los ejecutamos de manera eficiente, teníamos dificultades de tiempo, de  recursos y  no sabíamos cómo reaccionaría la ciudadanía de los municipios, pues era una novedad, con más corazón que certidumbres el viernes 14 de octubre a las 6:00 pm se desarrollaron los actos en el parque de Funza.

El evento fue hermoso, no existieron arengas sino una voluntad real de reconciliación. Además de música, teatro y danzas dejamos que el fuego se llevara todas las cosas negativas del eterno conflicto colombiano, consignándolas en papeles. Luego con ese fuego  encendimos las velas que representaban nuestra esperanza y  deseo de una Colombia mejor. Fue algo para todos, desde los niños que se presentaron los bailes, hasta adultos mayores que recorrieron desde la biblioteca de Mosquera con banderas blancas  invitando al evento. Realmente nos hermanamos y demostramos que en esta parte del país podemos trabajar juntos por un futuro mejor.





Escrito  por:
WILLIAM  RICARDO HERNANDEZ GARZÓN DOCENTE  DE  CIENCIAS SOCIALES 



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