La presente reflexión, refleja los argumentos presentados en días pasados en la ponencia para la reunión establecida con el sector empresarial del municipio, la Secretaría de Desarrollo Económico y la Plataforma de Juventud del Municipio, de la cual estuvimos Los Hijos del Zipa en representación.
Resultado de esta reunión, se iniciará una labor tripartita entre los sectores privado, público y población civil encabezada por la Plataforma de Juventud del Municipio para el desarrollo de la Responsabilidad Social Empresarial en pro de nuestra sociedad.
Ponencia sobre la juventud actual, la educación su relación con el empleo en Funza.
Para tener una
aproximación adecuada a la situación actual de la juventud Guapuchera y su
relación actual con el mercado laboral endógeno, se hace necesario iniciar por
una leve contextualización sobre el desarrollo histórico del municipio mismo.
Hace cerca de 40
años, Funza era reconocida como la Villa
imperial y agrícola de la Sabana de Bogotá con cerca de 25.000 habitantes y una vocación meramente agrícola.
Sin embargo debido a su cercanía a la capital del país, la migración
campo-ciudad y el aumento progresivo de los costos del suelo en Bogotá, el
municipio se convirtió en las últimas décadas en receptor de cada vez más
población proveniente del campo, muchos de ellos víctimas del conflicto armado,
caracterizados por su bajo nivel educativo, bajos ingresos y problemas de
adaptación social, en muchos casos, atraídos por un municipio con oferta
laboral agrícola, gracias a los cultivos de flores y hortalizas, un estilo de
vida de pueblo y un costo de vida accesible.
Según el acuerdo
N°13 del 12 de SEPTIEMBRE DE 2008, A 2007 el municipio contaba con un 12% de
población entre los 12 y 17 años (7.848 personas) de la cual un 40.8% era des-escolarizada. Del
porcentaje restante, solamente un 25% en
promedio podía acceder para este entonces a la educación superior.
En 2007 la
pirámide poblacional del municipio indicaba una población de 19.655 habitantes
entre los 6 y 20 años, que a hoy día (2015) tendrían entre 14 y 28 años,
constituyéndose como la población joven actual del municipio con más de un
lustro de permanencia en el territorio. De esta población, hoy en día podemos
afirmar que sólo uno de cada cuatro
jóvenes de 20 a 25 años del municipio es profesional, asumiendo que todos
finalizaron su carrera y permanecen en el municipio.
A 2014 según el
DNP (ficha de caracterización municipal 25286), el municipio de Funza cuenta
con una población de 73.962 personas con un crecimiento anual sostenido cercano
al 2%, un indicador de NBI del 13,4% y
un IPM del 24,6% debido
principalmente al bajo promedio educativo de la población y el empleo de
carácter informal, tal y como lo exponen varios diagnósticos poblacionales
elaborados por la Alcaldía.
Según la
pirámide poblacional del municipio, hoy en día cerca del 23% de la población de Funza es considerada joven (entre
los 14 y 28 años), representando cerca de 1 de cada 4 Guapucheros, lo que
prioriza el actuar en esta población debido a su dimensión y también a su peso
cómo la generación llamada a tomar las riendas del municipio en los próximos
años.
Oportunidades y desarrollo de la Educación
En la
actualidad, Funza no se encuentra certificado
en educación, lo que no le permite establecer un plan adecuado a sus
realidades para resolver sus necesidades y falencias en este ámbito, con mayor
autonomía presupuestal y decisoria.
Con una tasa de cobertura escolar superior al 100% gracias a los 31
colegios en su territorio (3 oficiales y 28 privados) Funza supera los
promedios departamental y nacional en este ámbito, aunque mientras las
instituciones públicas tienen una relación de 1/10 frente a las privadas, los
jóvenes en condición de pobreza son bastantes más (3/4) en relación con los que
tienen recursos económicos.
Al observar los resultados municipales en las pruebas SABER
11, se identifica un promedio bastante
bajo de puntuación en los diferentes campos, especialmente en lo que
respecta a Filosofía, inglés y Física; exponiendo debilidad en la formación de
los alumnos frente al desarrollo de su capacidad de análisis y crítica,
bilingüismo y dominio aplicado de las matemáticas, situación apenas cubierta
por los promedios nacionales que son aún peores.
En las últimas
dos alcaldías, esta situación generó una respuesta entusiasta por parte de la
administración en el mejoramiento del sector educativo, el cual muestra un cambio progresivo de la infraestructura
educativa en los últimos años, principalmente para la primera infancia con gran
cantidad de nuevos jardines infantiles y colegios de envergadura. Sin
embargo, es de señalarse que la oferta en educación
media no ha tenido mayores cambios frente a la calidad del servicio y la
oferta en educación superior es
inexistente, lo que obliga al desplazamiento de los jóvenes a Bogotá para
poder acceder a ésta, aumentando así mismo los costos ya de por si elevados
para poder estudiar carreras profesionales y tecnológicas.
La institución
más cercana para la formación laboral es el SENA de Mosquera, en donde además
de la oferta para el sector agropecuario se imparten cursos técnicos y
tecnólogos en: recursos humanos, asistencia administrativa y contable,
seguridad ocupacional, logística empresarial, manejo de nómina y sistemas. Todos estos programas para cargos de carácter
técnico y administrativo no representan una carrera sostenible a futuro o para un
proyecto de vida. Más aún teniendo en cuenta salarios representativos para
jóvenes cuya familia se encuentra tratando de superar la situación de pobreza.
La oferta de educación profesional más cercana no
cuenta con los estándares de calidad que se
desearían en cualquier sociedad del país, lo que se refleja en el ranking que
ocupan la Universidad Minuto de Dios (43) localizada en Madrid, la
Uni-Monserrate (191) en Mosquera y la Universidad de Cundinamarca (90) en
Facatativá. Lo que impone la obligatoriedad para muchos de estudiar en Bogotá
para poder acceder a un estudio profesional que los proyecte hacia su futuro de
manera competitiva, dificultando el
acceso a este servicio público y generando una segregación socio – económica
aún más fuerte.
Estas dinámicas
sólo resultan en un circulo vicioso de
pobreza para nuestros jóvenes, quienes al no tener recursos suficientes
para estudiar en centros educativos superiores competitivos, terminan sin
puertas que los lleven al desarrollo de su proyecto de vida y vulnerables ante
la gran variedad de problemas sociales que ha venido arrastrando el municipio
desde hace ya un tiempo.
Por otro lado,
los jóvenes que logran acceder a la educación superior con el sacrificio
económico y físico que representan casi 3 horas diarias transportándose, al
salir al mercado laboral no encuentran una oferta competitiva en el municipio,
lo que los lleva a trabajar y –progresivamente- a vivir en otros municipios o
en la capital, resultando en la famosa “fuga
de cerebros” que no permite consolidar una sociedad ilustrada y crítica en el
municipio.
El sector productivo.
En los últimos
años, el crecimiento poblacional de la sabana de Bogotá y el aumento de las
dinámicas económicas internacionales de la zona gracias al Aeropuerto El
Dorado, han traído al municipio -que otrora fuese la villa imperial y agrícola
de la sabana- un cambio profundo convirtiéndo
a Funza de forma muy acelerada en un nodo industrial, de transporte de
mercancías desde y hacia el resto del país con una fuerte actividad
manufacturera. Esta situación se ha favorecido además con la facilidad de
cambios en el uso del suelo y la posición estratégica frente a los principales
corredores de movilidad de acceso a la capital.
De la mano del
cambio en las actividades, la población del municipio tuvo que pasar
rápidamente del trabajo campesino al de las industrias, al cual no se ha podido permear más allá de los
cargos operarios, técnicos y administrativos debido a la falta de oferta
educativa especializada que responda a las nuevas necesidades del mercado.
Es así como a
pesar de la llegada de este nuevo sector productivo pujante, la sociedad
Guapuchera y especialmente los jóvenes no han podido prepararse adecuadamente
al nuevo mercado laboral, consecuencia de la inexistencia de oferta educativa
local y las dificultades de acceso a las
existentes.
Por tanto no es de extrañarse que estos jóvenes
presenten serios problemas de convivencia, entre
las cuales se han reportado consumo y tráfico de estupefacientes, porte de
armas, embarazos inesperados, abandono injustificado del trabajo, entre otros
fenómenos que para nadie podrian ser tolerados en un mercado competitivo.
El futuro del municipio
A pesar de este
panorama, cabe resaltar que Funza ha venido trabajando fuertemente en el
desarrollo de su infraestructura y sociedad, lo que permite asegurar un futuro
prometedor para su territorio. Además de esto, la pronta materialización del Macro proyecto Urbano Regional del
Aeropuerto El Dorado –MURA- con la construcción del nuevo aeropuerto entre
Facatativá y Madrid, interconectado con la capital gracias al tren de cercanías
y los nuevos corredores viales proyectados, abren la puerta a la consolidación
de un municipio próspero y con nuevas oportunidades a la vista.
Sumado a eso, el crecimiento y conurbación de Funza con
Mosquera y Madrid, configuran en el
futuro próximo una gran centralidad de la sabana de Bogotá, que si se
planifica y desarrolla adecuadamente, puede abrir paso a un nodo de desarrollo
para la región y el país en los próximos años.
Es de anotar
además, que más allá de los problemas sociales actuales, la materialización del post-conflicto marca para todos los Colombianos
un nuevo norte, en el que la reconciliación y la construcción de la nueva
sociedad deben ser un objetivo y compromiso de todos los actores sociales, lo
que nos lleva a reflexionar sobre el caso puntual de un municipio como Funza,
contenedor y reflejo de población resultante de un país segregado
socio-económicamente y violento.
¿Qué se puede hacer desde la conjunción del sector
empresarial y el gobierno local por el futuro del municipio?
A partir de lo
planteado anteriormente, solamente resta dejar plazmadas varias recomendaciones
y reflexiones finales sobre el futuro y el llamado que hacemos la juventud
funzana a ustedes, como actores prioritarios en la construcción de nuestra
sociedad:
- El sector privado y público del municipio deberían construir juntos mecanismos de atracción para los jóvenes profesionales del municipio, con ofertas adecuadas para sus perfiles laborales y competitivas con el mercado. Es prioritario mitigar la fuga de cerebros del municipio.
- Se deberían identificar los perfiles profesionales demandados por el sector empresarial y en conjunto con el gobierno local, construir convenios con Universidades para ofertar de estos programas en el municipio, ya sea construyendo equipamientos para ello, de manera semi-presencial o virtual.
- El municipio debe certificarse en educación, armonizando sus planes con los nacionales y departamentales en la materia, pero manteniendo un enfoque territorial en los programas educativos pensando en el potencial futuro de la región.
- Nos debemos centrar en el mejoramiento de la calidad de la educación aprovechando la infraestructura ya construida.
- El sector empresarial debería contribuir por medio de la RSE en la atención psicosocial a la población vulnerable del municipio que hace parte de sus empresas, construyendo una mejora real en el proyecto de vida de sus empleados.
- Todos los sectores deberían trabajar en conjunto por mejorar la calidad de vida y las oportunidades de los jóvenes del municipio, pensando en la sociedad Funzana de los próximos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario