lunes, 25 de mayo de 2015

Monsanto privatiza los alimentos y los convierte en veneno gracias al Glifosato.


Este sábado 23 de mayo, se realizó una marcha mundial en contra de Monsanto en 421 ciudades de 48 países, buscando generar consciencia sobre lo venenoso de los alimentos transgénicos y los diferentes productos de esta compañía.

Casi al mismo tiempo, Colombia prohibió el uso de glifosato[1] para fumigación en combate anti drogas sembrando con ello un gran debate a nivel nacional. Realmente es una medida insuficiente, pero una muy buena noticia para las comunidades fronterizas de Ecuador y Colombia que desde hace años son gravemente contaminadas con este tóxico, como efecto secundario del supuesto combate a las drogas.

LA SITUACIÓN NACIONAL
IMPACTOS SOBRE LA SALUD


Desde 1984 el informe del INS, recomendaba no usar el glifosato debido a su carácter tóxico y cancerígeno para los seres humanos, sin embargo solo hasta este año y debido a la declaración de la OMS este tema entró al debate público.

El Ministro de Agricultura expuso: “Antes de suspender las aspersiones con glifosato para cultivos legales, solicitaré al Ministerio de Salud y al Instituto Nacional de Salud que nos diga si ese informe toxicológico afectaría las aspersiones aéreas o terrestres que se hacen con el mismo producto”.

En las aspersiones aéreas hay tres autorizaciones, una para cultivos ilícitos, de 10,4 litros por hectárea y otras dos de 3 litros por hectárea para la siembra de arroz y de la caña de azúcar.

Para un agricultor e ingeniero agrónomo “el glifosato a nivel de agricultura no se puede sustituir de un día para otro, porque lamentablemente somos dependientes de una agricultura química y transgénica desde el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, quien impuso su utilización en el marco del TLC con USA, argumentando calidad.”

Hoy en día la Resolución 970 del 10 de marzo de 2010, subsiste, obligando a eliminar cualquier otro tipo de semilla por estas mismas razones, tal y como se aprecia en el documental 9.70



Actualmente el glifosato se utiliza en la agricultura  de forma general sobre todo en cultivos permanentes; como el café, los cítricos, los frutales, y en potreros que se preparan para la siembra.

En el mercado colombiano, actualmente, hay más de 100 presentaciones diferentes de herbicidas, los cuales contienen glifosato, utilizado principalmente para la eliminación de plagas y malas hierbas en la producción de cultivos de arroz, café, caña de azúcar, papa y tomate, entre otros muchos.

Los herbicidas orgánicos que lo remplazarían ya existen, a pesar de ser un poco más costosos, los herbicidas orgánicos contienen ingredientes completamente naturales. Hay cuatro tipos de herbicidas orgánicos, que tienen mayor uso en la agricultura orgánica; los ácidos, ácidos grasos, los inhibidores de crecimiento y la sal; muchos de los cuales se podrían llegar a preparar por los mismos campesinos.




Las comunidades afectadas, especialmente en Argentina y Paraguay lo decían desde hace años: el glifosato nos envenena a todos y mata nuestros niños, las mujeres tienen abortos espontáneos, muchos niños nacen deformes y otros mueren por caminar cada día para ir a la escuela o a buscar agua, al lado de un campo de soya transgénica fumigado con glifosato.

Sus impactos potenciales se revelan cada vez más graves, incluyendo cáncer y malformaciones neonatales, autismo y aumento de enfermedad celíaca.

Científicos responsables y médicos comprometidos con los pueblos fumigados en Argentina, confirmaron los datos y agregaron que el porcentaje de cáncer en esos poblados aumentó en algunos lugares más de 400 por ciento con respecto a la media nacional. 


   Finalmente, en marzo 2015, un grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud, provenientes de once países, declaró que el glifosato es cancerígeno en animales de laboratorio y se lo asocia al surgimiento de cáncer en humanos. También está asociado al aumento de abortos espontáneos, malformaciones genéticas, enfermedades de la piel, respiratorias y neurológicas.


La doctora Stephanie Seneff, investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts, (MIT), agregó a esa lista el autismo y enfermedad celíaca (intolerancia al gluten). 


EL MACABRO NEGOCIO DE POR MEDIO



Estos químicos se suman a un paquete completo de las grandes multinacionales agrícolas como Monsanto, quienes venden semillas transgénicas argumentando una mayor productividad, sin aclarar que para que sean efectivas deben usar fertilizantes sintéticos y agrotóxicos de estas mismas empresas, además de ser semillas que no se reproducen, generando completa dependencia alimentaria, una trampa de marketing en la que muchos han caído.

Este producto, asesina en masa a las abejas, principales polinizadoras de todo ecosistema, afecta la salud humana y contamina suelos y fuentes hídricas, envenenando todo a su paso.

A pesar de la lentitud del Estado para prohibir su utilización ¿Qué estamos esperando para dejar de usarlo?



Desea saber más al respecto?

http://www.nadasantosobremonsanto.com/la-cadena-mortal-del-glifosato-1era-parte/
http://www.youtube.com/watch?v=LdIkq6ecQGw
https://vimeo.com/29007678

Fuentes de consulta:

http://www.greenpeace.org/argentina/Global/argentina/report/2011/bosques/informe-glifosato-español-v2.pdf
http://www.crisisglobalhoy.com/2013/08/colombia-ley-970-la-maldicion-de-los.html
http://www.las2orillas.co/y-el-glifosato-en-el-campo-que-2/
http://www.crisisglobalhoy.com/2013/08/colombia-ley-970-la-maldicion-de-los.html




[1] Los agroquímicos son sustancias químicas producidas sintéticamente, los cuales buscan la eliminación de plagas o de cualquier organismo patogénico de un cultivo. Dentro de los agroquímicos se encuentran los fertilizantes, fungicidas, herbicidas, insecticidas y reguladores de crecimiento.

Se entiende por herbicida a los productos químicos (sustancias químicas o mezclas de sustancias), que se utilizan para el control y eliminación de plantas indeseadas, malas hierbas o maleza.

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