lunes, 4 de mayo de 2015

El crecimiento urbano sobre nuestros cuerpos de agua: El caso de Normandía, Funza.




Denuncia ciudadana por Facebook. Sabana Ecológica
Hace unos días, nuestros amigos de Sabana ecológica publicaron por Facebook y para sorpresa de muchos, como la Constructora Bolivar se había hecho cargo de talar 99 árboles en su nuevo proyecto de vivienda llamado Normandía, localizado cerca al humedal Gualí por la calle 15. Debido a varios antecedentes de arboricidio en nuestros municipios que ya se habían confrontado, este hecho alerto y puso en acción a varios colectivos, entre otros, los Hijos del Zipa y Funza y Mosquera Ecológicas.


Presentación de las fases de obra Fotografía: Juan Sebastián Amaya

Este hecho se torno en una prioridad para varios debido a la gran cercanía y futura influencia de esta construcción sobre el humedal, por lo que uno de nuestros amigos, visitó y estableció contacto con la arquitecta residente de obra, acordando una reunión para el día de ayer en las instalaciones de su empresa en Bogotá, a la cual se nos extendió invitación.

A la reunión nos acompañaron la arquitecta encargada de obra y Catalina Román, directora de relaciones con la comunidad, quienes por cerca de 3 horas nos expusieron los planes de la constructora para amortiguar los impactos sobre el humedal, las diferentes cesiones que están en proceso de construcción y los planes de arborización que se tienen a hoy en día. Es de resaltar la calidad y apertura con la que se nos atendió y respondió a cualquier inquietud por parte de estas profesionales.

participantes de la reunión. Fotografía: Juan Sebastián Amaya

La tala de los arboles fue autorizada por la CAR con permiso de aprovechamiento forestal del 29 de diciembre de 2014, en la que la constructora de manera propositiva proponía la reforestación en una relación 3 a 1 de los diferentes árboles cortados.

La compensación forestal para esta urbanización de 652 unidades de vivienda, se diseñó con 1985 individuos vegetales, 298 de los cuales son árboles nativos de buen porte, siguiendo los lineamientos técnicos del Jardín Botánico de Bogotá y del POMCA del Río con este mismo nombre, debido a la inexistencia de este tipo de documentos técnicos en nuestro municipio.

Cabe anotar que buena parte de los arboles a ser sembrados harán parte de un parque lineal sobre la calle 15 -la cesión tipo a de la urbanización-, el cual proveerá a las comunidades cercanas de un gran espacio verde para disfrutar.


Cesión tipo A: parque lineal Fotografía: Juan Sebastián Amaya

Además de esta medida, la constructora nos comentó que se encuentra en conversaciones iniciales con la CAR, buscando, al igual que otras grandes empresas localizadas cerca de los cuerpos de agua, apadrinar el segmento entre la obra y el humedal, medida que celebramos y esperamos poder acompañar en los próximos meses.

Durante la reunión expusimos de nuestra parte varias recomendaciones y preocupaciones relativas a los cuerpos de agua y la arborización misma. Iniciando con nuestra preocupación por  las especies a ser plantadas, puesto que, más allá de su valor paisajístico en esta zona es fundamental contar con barreras verdes de buen porte que disminuyan la contaminación lumínica y auditiva sobre el humedal, evitando el paso de vectores como ratas e insectos malignos, con especies protectoras de rivera y promoviendo la mayor diversidad posible de las mismas.

Por otro lado, recomendamos que entre las especies arbóreas se tuviesen en cuenta plantas que provean alimentos a la avifauna e insectos polinizadores de la zona, fomentando su hábitat.

Por otra parte y gracias a la investigación previa de la constructora y sus mecanismos de responsabilidad social empresarial -RSE -, les propusimos acompañar y construir desde nuestros colectivos en el marco del Programa Premio Bolívar de Copropiedades, un trabajo coordinado con la administración del conjunto y la constructora, para fomentar la educación ambiental de la comunidad a ser residente; por medio de siembra y adopción de árboles, creación de patrullas ambientales infantiles, talleres sobre el manejo de residuos y vigías comunitarios, entre otros, en un proceso de acompañamiento de seis meses, a partir de la conformación de la administración final de la copropiedad.

Para mantener y consolidar estos acuerdos, el colectivo Hijos del Zipa y Funza y Mosquera ecológicas nos encontramos construyendo dos comunicaciones formales a la constructora, en las que dejaremos los formalismos necesarios para que nuestras recomendaciones y propuestas sean tenidas en cuenta y deban ser respondidas por parte de la constructora.

En conclusión, queremos agradecer la apertura de esta constructora para recibirnos y resolver nuestras inquietudes, otorgándonos mecanismos para contribuir a un resarcimiento adecuado y el mejoramiento de nuestra relación como municipio con nuestras futuras lagunas del Funzhé.

Queridos amigos, en caso de tener otras propuestas o quererse sumar a esta iniciativa, esperamos sus preguntas y aportes con todo entusiasmo, para ir construyendo cada vez más una ciudadanía consciente y cohesionada en nuestros municipios.

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