Con los efectos ya palpables del cambio climático, especialmente lo que falta hasta mediados de marzo con el fenómeno del niño, podemos asegurar ahora sí con hechos tangibles, que ya sea yendo en carro hasta el lugar de trabajo, utilizando productos
en aerosol, desechando la basura sin
antes haberla escogido o seleccionado para su debido reciclaje o bien sea
utilizando químicos, entre otras muchas causas, la humanidad se ha encargado de ir creando su propio infierno con sus actos. El planeta no da espera a que se materialice la consciencia de la humanidad.
Y es que el sector agropecuario, industrial y las urbes con la revolución verde nos han llevado a esta locura, la maximización de la producción y el incremento poblacional hizo que los sectores extractores y transformadores de materias primas aumentaran su actividad a un ritmo voraz, sin
medir las consecuencias de lo que estamos empezando a vivir en el siglo XXI, en donde la comunidad internacional ruega por un cambio antes de pasar la barrera de 2º C que se supone "mitigable", aumento que hace menos de 10 años parecía irracional y muy a largo plazo -ahora toda una realidad-.
Además de la temperatura global, para Agosto del 2015 La humanidad consumió
todos los recursos naturales que tenía presupuestados para el 31 de diciembre
del 2015 (FAO, 2015), teniendo que recurrir a reservas previstas para el siguiente año ¿Será que para el 2020 tendremos siquiera un recurso
natural?
La explotación de la tierra para obtener
materias primas sin tener en cuenta su resiliencia, va degradando y dañando paulatinamente el planeta sin permitirle regenerarse. La tierra pierde su vida, el
agua se contamina y se convierte en veneno, y la deforestación constante acaba con lo poco que nos queda para el futuro.
La ausencia de los ARBOLES en el
ambiente es un punto sin retorno para la sostenibilidad ambiental; si
no hay árboles no hay sombra, si no hay
sombra no hay micro climas para disminuir la sensación térmica, si no hay
micro climas ni árboles el viento penetra o pasa con toda su fuerza llevando al
punto de erosión más crítico, la erosión por vientos que hace que las
partículas de tierra se pulvericen y pierdan su composición. Sin arboles no hay
pájaros, si no hay pájaros que se coman los frutos de los arboles no abran
semillas para multiplicarse gracias al
vuelo, sin los árboles no habrá insectos que polinicen nuestros campos y llenen
de fertilidad nuestras tierras. Sin los árboles que filtren, retengan, y
sostengan nuestros nacederos de agua no tendremos páramos ni mucho menos agua
potable, no habrá ríos quebradas o lagos donde nadar.
¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si no tuvieras árboles? Los árboles y las plantas en general ya
sean terrestres o acuáticas forman los sumideros de carbono, primordiales para el intercambio
gaseoso entre CO2 y O2, garantizándonos un entorno donde nosotros los animales humanos podamos
respirar, habitar, vivir y reproducirnos en la tierra.
Helada sobre Sabana Occidente con grandes daños a pastos y cultivos. Fotografía: Juan Sebastian Amaya 23 enero de 2016 9:30 am. |
Como colectivo juvenil, @HIJOSDELZIPA hemos decidido realizar un vivero para reforestar con especies nativas y de forma progresiva nuestros parques, humedales, calles y demás espacios de la sabana a los que se nos permita, consolidando desde el actuar ciudadano una mano amiga del ambiente, para así garantizar un territorio con algo del verdor que la caracterizaba para nuestros hijos y futuras generaciones.
Ahora, ud. como co-habitante de nuestro planeta, ¿Que acciones esta realizando para garantizarle un futuro a sus hijos? Lo invitamos a reflexionar sobre las implicaciones de los sucesos actuales y a iniciar a actuar por nuestro futuro. #PartiZipa y cuéntanos como contribuyes al cambio, nosotros estaremos felices de ayudarte a difundir tus acciones!
Autor: Camilo Gomez.
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