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Entrada al municipio por tres esquinas. Fotografía: Juan Sebastián Amaya |
Siguiendo con nuestra entrada anterior sobre los humedales, quisiéramos mostrarles el registro audiovisual y las reflexiones que nos surgieron el día de ayer a propósito de nuestra salida de campo.
Debido a nuestro desconocimiento inicial sobre como ingresar a estos ecosistemas, iniciamos nuestro recorrido con una pequeña consulta en internet sobre el humeral de Gualí, el cual -tras escuchar a varias personas- resultaba ser el más importante del municipio.
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Fotografía satelital de Funza. En amarillo trayecto del humedal Gualí. Fuente: http://www.drcalderonlabs.com/Programas_Ambientales/El%20Humedal%20Guali%20Tres%20Esquinas.pdf |
Gracias a la búsqueda con Google, pudimos incluso conocer el trayecto de este cuerpo de agua, por lo que nos propusimos caminar la mayor distancia posible desde su intersección con la calle 15 (casi a la altura de tres esquinas) hacia su salida sobre la vía a Siberia. Es necesario aclarar que este cuerpo de agua no inicia en este punto, sino más bien es cortado a la mitad por la vía, continuando hacia el sur tal y como lo muestra la siguiente fotografía.
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Vista de 180º hacia el sur del humedal de Gualí desde la calle 15. Fotografía: Juan Sebastian Amaya. |
En esta zona, se aprecia una vía de doble carril de las de mayor importancia para el municipio, debido a que nos inter-conecta con la calle 13. Esta vía cuenta también con una ciclo-ruta y anden bastante "amables" que vienen desde el cruce de la calle 15 con avenida novena o vía a Siberia, lo que facilita el acceso a este punto para peatones, bicicletas y automóviles.
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Calle 15 problemas de infraestructura presentes. Fotografía: Juan Sebastian Amaya. |
Sin embargo se debe también mencionar el estado de la infraestructura, la cual presenta baches y varios problemas que impiden circular de forma adecuada (como el cráter que se observa en la siguiente fotografía), al igual que el mobiliario urbano, en el cual se aprecian bancas graffiteadas y dañadas y la total inexistencia de canecas para la basura. Esta carencia se suma a la falta de conciencia de la población, que aprovecha la cercanía al cuerpo de agua para arrojar todo tipo de desechos, apreciables a simple vista.
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Desechos arrojados al humeral desde el andén. Fotografía: Juan Sebastian Amaya |
Al llegar al gran letrero de "Funza" , nos encontramos con varios trabajadores de la industria vecina que terminaban de podar el prado "hasta donde les mandaron a hacerlo", trabajo que sin necesitar de mayor cosa permitía gozar de una pequeña pero confortable zona verde sobre la vía. Lástima que solo a unos pocos pasos este trabajo ya no se daba. Para quienes conocen este tramo o lo han visto al pasar, saben que hay un pequeño puente de madera que se adentra en el bosque... Las siguientes fotos fueron tomadas desde esta entrada con una panorámica de 180º. Allí podemos observar como se planta una frontera entre el mantenimiento de un espacio público y un pequeño bosque que se adentra poco a poco entre un pasto cada vez más alto.
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Entrada al humeral de Gualí. Fotografía: Juan Sebastian Amaya. |
Antes de ingresar nos detuvimos a tomar una imagen del cuerpo de agua -o más bien de buchón- al cual deseábamos conocer un poco más... En este primer momento no pudimos observar ave o animal alguno que nos distrajera del "ligero" olor nauseabundo que desprendían las aguas.
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Humedal infestado de buchón. Fotografía: Juan Sebastian Amaya |
A pesar de la gran altura del pasto, logramos ingresar poco a poco a un bosque gracias a un pequeño sendero que dejó expuestas las huellas de algún personaje anónimo que se adentro antes que nosotros, aunque varios días o semanas atrás. Allí al avanzar con nuestro recorrido nos logramos maravillar con varias flores y árboles de diversas especies, al igual que con más de un canto de aves -que a pesar de no lograr divisar- sabíamos que se encontraban bastante cerca.
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Algunas flores en medio del bosque. Fotografía: Juan Sebastian Amaya |
Tras unos minutos de caminata nos volvimos a dirigir hacia el cuerpo de agua, encontrando para nuestra sorpresa, una gran barrera de tierra de cerca de tres metros de altura entre el bosque y el borde, que se extendía a lo largo de toda la orilla hasta donde nos daba la vista; gracias a esta barrera, pudimos tener finalmente mejor panorámica del lugar, encontrando un pastizal de juncos y buchones que parecía no tener final, solamente acompañado por unos cuantos árboles y un conglomerado de construcciones que nos saludaban desde el otro lado, a lo que pensamos ¿donde dará la otra orilla?
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Panorámica de 180º del humedal de Gualí. Fotografía: Juan Sebastian Amaya |
Luego de un camino lento -debido a los casi 80 centímetros de pasto- y una charla amena sobre los posibles usos de este espacio verde, fuimos detenidos, para nuestra sorpresa, por un canal de cemento y una cerca que comunicaban la parte trasera de una gran industria y el humedal, lo que impidió continuar con nuestro recorrido y nos mostró una parte oculta de la relación del municipio con este cuerpo de agua...
Realmente no sabemos el propósito de este espacio o su utilidad, sin embargo, el olor y la viscosidad del agua que de allí surgía hacia el Gualí solo nos pudo causar la gran tristeza con la que escribimos esta entrada. Así ¿Como pretendemos hablar de conservación?
Querido Alcalde, quisiéramos saber: ¿Que es esto? ¿Que está haciendo realmente su administración para conservar nuestro Gualí?
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